Amigos de la Ópera (proyección en video): Don Giovanni

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Sala de Recitales y Conferencias
ENTRADA LIBRE


Don Giovanni es un drama jocoso en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte basado en la obra original de Tirso de Molina. Lleva como número KV 527. Se estrenó en el Teatro de Praga el 29 de octubre de 1787.

​ El libreto de Da Ponte fue considerado por muchos en la época como dramma giocoso, un término que denota una mezcla de acción cómica y seria. Mozart introdujo la obra en su catálogo como una "ópera buffa". Aunque a veces clasificada como cómica, mezcla comedia, melodrama y elementos sobrenaturales.


SINOPSIS

El hilo de la ópera es el acoso del héroe de Tirso de Molina por los enemigos que él mismo se ha creado.

El primero es Octavio, novio de doña Ana. Don Juan intenta raptar a ésta, en cuyas habitaciones llega a entrar. Grita la doncella, acude el padre, don Pedro, y don Juan mata a éste para abrirse el camino de la huída.

En las afueras de Sevilla encuentra a una hermosa mujer: es doña Elvira, a quien había seducido y abandonado. Huye también don Juan, y Leporello, su confidente, lee a Elvira una larga lista de mujeres seducidas por don Juan. Elvira, indignada por el abandono del uno y el cinismo del otro, jura vengarse.

Nuevo enemigo: Masetto, novio de Zerlima. En una fiesta aldeana de boda, don Juan enamora a aquélla, que es la desposada. Cuando ésta ya no puede resistir, se presenta Elvira y la salva.

En un baile, don Juan intenta el rapto de Zerlima, que impiden sus contrarios. Enamora después a una doncella de Elvira, y con una fortuna sorprendente escapa de todos los peligros y llega hasta apalear a Masetto.

En una supuesta plaza de la catedral de Sevilla hay una estatua que representa al padre de doña Ana, muerto por el Burlador. La estatua habla a don Juan; Leporello huye asustado; pero el conquistador, valiente y cínico, le invita a cenar.

En la mesa del banquete hay un puesto libre. Don Juan explica a sus amigos que lo ha reservado para don Pedro. La burla termina cuando, en efecto, se presenta el Comendador. Todavía don Juan lo desafía, pero, al fin, la sombra lo coge por la mano y el Tenorio tiene miedo. Tan grande es su miedo, que ya no ataca ni huye, sino que se entrega.

El Comendador desaparece y los demonios se llevan a don Juan al Infierno. Así castiga la Providencia al ofensor de don Pedro, doña Ana, Octavio, doña Elvira, Zerlima, Masetto... y de todas aquellas enamoradas de la lista de Leporello.